psicología en la vida cotidiana

¿Cómo influye la psicología en mi vida cotidiana?

Comer, dormir, el simple hecho de pensar, nos demuestra claramente cómo la ciencia llamada psicología aplica en nuestra vida diaria. Ya que la psicología es el estudio de la mente, éste como base estudiaría nuestro comportamiento, al llevar a cabo una tarea necesitamos pensar primero en ella, ya sea en cómo se realizará o tan solo hacerlo, incluso nuestros actos hechos por instinto pueden ser estudiados de manera en la cual actúa el cerebro; René Descartes solía decir en sus múltiples pensamientos: ¨Pienso, luego existo¨ lo que según a mi parecer, es una clara enseñanza de que primero trabaja nuestra mente y después nuestro cuerpo aún siendo involuntariamente, incluso si aquél filósofo no se refería exactamente a eso. El objetivo de la psicología es simple: comprender la muy compleja mente del ser humano; hay muchos que aseguran entenderla porque dicen que es muy simple, basándose en tan solo comportamientos ¨básicos¨ y hechos por instinto, actos que son tan ambiguos y simples como el mismo predicador, pero al ser estudiado con más profundidad y determinación se descubre que una persona puede enmarañar tantos pensamientos en su mente, formando un laberinto de ideas en las que cualquiera puede perderse incluyendo al pensante, que el mismo investigador caería en la introspección y en la duda. Aunque en realidad no solo se trata de estudiar la forma de pensar del estudiado de forma ¨filosófica¨ también se estudia al cerebro que es el responsable de las ya mencionadas acciones y más; el cerebro está muy bien estructurado por lo que la biología o la medicina u otras ciencias se han reunido para comprenderlo, pero hablar de ello sería desbordarme del tema el cual, con palabras propias de éste servidor, trato de explicar. Por lo que ahora daré un relato.

En la mañana, cuando aún no ha salido el Sol abro mis ojos, he despertado. Mis pensamientos invaden mi mente mientras contemplo el techo de mi habitación, siempre inmóvil, siempre callado. Recobro fuerzas para levantarme de cama y tratando en vano de quitarme encima el peso del sueño, aún sigo cansado; entonces me doy cuenta que la televisión está encendida pero enmudecida, solo hay una luz tenue en mi cuarto, y solo la miro para contemplar los múltiples colores y pensar en mi vida mientras ignoro las imágenes pasantes, meditando acerca de mi ser y del ¨después¨. Es ahí donde la Psicología Individual interviene.

Abro mi puerta al exterior para contemplar el vasto cielo, aún cansado. Entonces sé muy bien que la Psicología Ambiental es aplicada a estos momentos, momentos en los cuales recuerdo el cielo cómo solía ser, cuando comenzaba a crecer. Los árboles se mueven al compás del viento que acaricia mi rostro, un rostro con unos ojos que ya han observado distintos lugares en la naturaleza, distintas ciudades; a pesar de avanzar solo unos cuantos kilómetros al viajar es, como si visitaras otro mundo, otro espacio, otra vida. Tantos recuerdo del pasado invaden mi mente en el presente, en tan solo un instante. Y al acabar ese instante me doy cuenta de mi evolución al pasar el tiempo, no solo los cambios que he sufrido físicamente, sino también de el crecimiento de mi mente; ahora veo el mundo diferente, durante mi transformación he tenido tantas experiencias que ahora me siento capaz, y soy capaz. Entonces reconozco que este podría ser un trabajo para la Psicología del Desarrollo.

Después de prepararme y viajar el recorrido que encamina a la escuela en la cual estudio, he avistado a mis amigos. Tras un saludo casual, comenzamos a relatar múltiples temas y acontecimientos de nuestras vidas, y dependiendo de lo hablado mostramos compasión o una carcajada lanzamos al enmudecido entorno de la mañana. Ya cuando nos dirigimos al salón de clases me aparto con mi silencio a medio viaje, solo para pensar, en cómo la sociedad perjudica de distintas maneras el comportamiento humano, algo de lo que se encarga la Psicología Social; tras meditar me doy cuenta entonces, que ningún humano podría sobrevivir completamente solo, y no me refiero a que no pueda hacerlo, sino más bien que es incapaz de soportar la soledad ya que nosotros, cómo mamíferos que somos, ¨nacimos¨ para vivir en manada por decirlo de ésa manera, estamos hechos para convivir en sociedad.

Un momento después del toque del timbre que indica el comienzo de clases, ya acomodado en mi frío asiento, llega la profesora que nos compartirá sus experiencias en Psicología, y lo que ella aplica en ese momento es la Psicología Educativa. Después ocurre algo que es inevitable en la naturaleza, algo a lo que muchos llaman con distintos tonos como ¨temblor¨; la alarma suena y puedo darme cuenta claramente, de que la reacción de cada individuo es diferente. Caminando entre el caos ocasionado por la sociedad misma y mientras la tierra se estremece en mis pies, identifico los distintos comportamientos: pánico, tranquilidad, euforia, emoción. El tiempo pasa lentamente, toda clase de sentimientos presentes en el ambiente, y evitando a la multitud con cuidado, con el objetivo de no hacer ni hacerme daño; al llegar al punto más seguro, termina el caos y la tierra se ha tranquilizado, pero hay quienes el pánico aún no ha terminado, consumiendo su mente y afectando su cuerpo. Entonces pienso que la Psicología Clínica y Consejería serían de gran utilidad para apaciguar el caos que continúa en su ser. Cada persona toma los eventos de la vida de distintas formas y los enfrenta a su manera. Pero a pesar de ser capaces de sobrevivir a esa clase de momentos inevitables, es necesaria la ayuda de alguien, ya sea de confianza o algún profesional, ya que al igual que otras enfermedades del cuerpo las enfermedades mentales pueden no mostrar síntomas en el momento pero sí con el paso del tiempo; al no tratarse tales enfermedades sin importar cuán pequeñas sean, se verá afectado en nuestra vida perjudicando a la sociedad misma, sociedad en la que nos desarrollamos. También se ve afectada el área donde laboramos o donde podríamos laborar, y con esto me refiero a que al tratar de conseguir un trabajo para sostener nuestra vida, un Psicólogo puede estar a cargo de evaluarnos antes de ser contratados, o alguien que como profesión sea la Psicología Industrial, podría ¨diagnosticar¨ lo que se ve afectado en los trabajadores, evaluando y aplicando formas de mejorar la producción de trabajo, incluso si tiene que despedir aquel que no presenta estabilidad física o mental, aquel que no presenta estabilidad emocional.

Muchos se preguntarán cómo es que conozco toda ésta información, la cual no he obtenido leyendo un libro de texto sino más bien de otro método, método utilizado en la Psicología Experimental; realizando experimentos conmigo mismo, teorizando y comprobando acciones similares en otras personas. Esto como bien brinda experiencia para un mejor conocimiento personal, pero como mal, te aleja ferozmente de la sociedad conllevando a la soledad, y con esto, mi relato llega a su final.

                                                                                

                                                                                       Ángel David Mogollón Castrejón 3-E